El Sevilla sigue soñando con los octavos de final de la Liga de Campeones, después de derrotar al Spartak de Moscú (2-1) en el Sánchez Pizjuán, por lo que recupera la segunda plaza del grupo tras la debacle en Rusia hace dos semanas.
Fue un partido de claro dominio del equipo de Berizzo, lo que añadido a la exigencia que tenía el choque, donde un mal resultado podía apearle de la competición. Teniendo en cuenta las dudas que había mostrado el equipo en las últimas semanas, el resultado representa una gran noticia además de por los trascendentales tres puntos, por el subidón de moral que va a provocar en el equipo.
Desde el primer minuto se vio a un Banega dominante y un Sevilla jugando en campo rival, y el argentino estuvo a punto de marcar en el minuto 2. Con el cuadro andaluz controlando las contras rivales, que tanto daño hicieron en la ida, logró adelantarse en el marcador gracias a Lenglet, que anotó de cabeza un córner sacado por Banega. El Spartak no hizo demasiado en la primera parte, pero Rico sacó una buena mano a una falta de Fernando.
En la segunda parte, el Sevilla salió de nuevo muy enchufado, y Nolito estuvo a punto de hacer el 2-0 tras hacer una gran jugada personal, pero su remate se marchó fuera. Fue otra vez Banega el que apareció en el minuto 58, anotando un golazo tras recortar en la frontal del área y mandar el cuero al ángulo con un precioso remate de zurda.
Pudo el Sevilla sentenciar tras un gran servicio de Banega a Ben Yedder, pero la defensa rusa sacó el cuero bajo la línea, y la incertidumbre reinó en el Pizjuán hasta el último minuto, después de que Ze Luis marcase tras aprovechar un rebote de Rico. Sin embargo, el Sevilla aguantó bien y queda en gran situación para llegar a las rondas eliminatorias, aunque a Berizzo le quedó la mala noticia de la lesión de Sarabia, uno de sus jugadores más en forma.
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