Salvo milagro, la historia dirá que en 2017 el Atlético quedó eliminado de la fase de grupos de la Liga de Campeones porque no fue capaz de ganar a un exótico, desconocido pero atrevido equipo de Azerbaiyán. El Qarabag escribió anoche una de las páginas más negras de la historia rojiblanca. Añadió su nombre a los del Sion suizo, el Groningen holandés, la Politécnica de Timisoara de Rumanía o el Boavista portugués, verdugos europeos aún recordados por una hinchada que despidió con una tremenda pita a su equipo. Si el Roma y el Chelsea logran lo que el Atlético no ha logrado, ganar al Qarabag, se acabó esta Champions para los rojiblancos. El golpetazo afecta tanto al prestigio del club como a sus arcas de consumarse la eliminación. Ni contra diez durante 15 minutos en Bakú, ni durante media hora ayer, el equipo de Simeone ha sido capaz de derrotar a un equipo que mientras estuvo en igualdad numérica le puso colorado.
Con el desafío de evitar ese ridículo monumental se presentó el Atlético en el segundo acto. Correa empezó a mover el árbol pronto con un disparo raso que blocó mal Sehic. La pelota se le quedó muerta a Gameiro, pero este no estaba con los cinco sentidos en la jugada y no pudo dirigir el remate entre los tres palos sus botas.Así que quedaban 45 minutos para evitar un batacazo morrocotudo. Una afrenta a la historia del club, a la más reciente y a la más pretérita.
Ahí se apagó durante unos minutos el Atlético para más desesperación del personal, atónito ante la poca capacidad de maniobra y de sorpresa de los suyos. Una jugada esperpéntica pudo agrandar el escarnio. Gabi comenzó a conducir el balón, hasta que ante la falta de apoyos tuvo que retroceder e irse a una banda. En su intento de evitar el fuera de banda, dio un taconazo. Ahí nació un contragolpe que pudo suponer el 0-2 si Savic no hubiera cortado un pase que era medio gol en el área pequeña.
Con el susto aún en el cuerpo, Thomas embocó un zapatazo desde 35 metros que perforó la escuadra. Restaba algo más de media hora de juego para intentar salvar la honra con un gol. La expulsión de Pedro Henrique por una patada en la cara a Godín pareció poder ayudar al Atlético a culminar la remontada.
Y ASI SE consumaron la catástrofe. El wandazo del Qarabag,
0 comentarios:
Publicar un comentario