El Espanyol ha doblegado al Sevilla después de que los andaluces se quedaran con diez y con un 1-0 tras un penalti del argentino Nico Pareja en el minuto uno, un tanto que igualaron en el 19 por medio del montenegrino Stevan Jovetic y que los catalanes dejaron en nada, con un tanto de Marc, en el 45, y otro de Gerard Moreno, en el 71.
El festín blanquiazul acaba con cinco victorias seguidas del Sevilla en la Liga, que nunca dejó de pelear para remontar. Además, supone una inyección de moral para el cuadro de Quique Sánchez Flores, que se quita la espina de la derrota en el Sánchez Pizjuán de la primera vuelta (6-4).
Un minuto tardó en definirse el partido. Con el eco de las alineaciones aún en las gradas de Cornellà-El Prat, Piatti se escapó solo contra la portería del Sevilla. Pareja le derribó por detrás, provocando un penalti y viendo la tarjeta roja. Reyes fue el encargado de solventar la pena máxima, raso y por la derecha.
El 1-0 obligó a Sampaoli a sentar a Ben Yedder y apostar por Lenglet. El técnico argentino logró mantener el orden y no se replegó atrás. Confiaba en las llegadas de Sarabia y la insistencia de Jovetic. El montenegrino, en el minuto 19, tuvo premio al culminar una rápida jugada de Vázquez y Nasri.
Ambos equipos mantuvieron sus propuestas. No parecía que los andaluces tuvieran un futbolista menos. Presionaban e inquietaban a Diego López con latigazos de Nasri y Jovetic. El Espanyol, por su parte, se acercaba a la frontal de Rico, sin excesivo peligro. Faltaba un último pase inspirado para desmontar a la defensa.
La mejor ocasión para el anfitrión fue un remate de cabeza, desviado, de Gerard Moreno en el 41. Parecía el último destello blanquiazul en esta primera mitad, pero la insistencia lo impidió. Esta vez, fue Marc Navarro el que anotó su segundo gol seguido en su segundo partido en Primera división: 2-1 al descanso.
El Espanyol arrancó la reanudación sin prisas. Tenía ventaja numérica y en el marcador: exprimía sus posesiones y minimizaba los riesgos en defensa. Al Sevilla le pesaban cada vez más las piernas y perdió la chispa de antes del descanso. De todos modos, se mantenía en el choque.
Franco Vázquez, en la frontal, firmó un latigazo en el 60 que se fue a centímetros del poste. Un aviso para el anfitrión. Lección aprendida. En el 69, con todos los cambios agotados por parte del Sevilla, Reyes exhibió un cañonazo que se estrelló en el larguero y rebotó contra la línea de fondo.
Sin tiempo para lamentos, el Espanyol marcó el 3-1. Gerard Moreno remató de cabeza un centro de Marc Navarro. La euforia inundó Cornellà y Quique Sánchez Flores dio un tono más conservador a su equipo, sentando a Piatti por Víctor Álvarez. El canterano debutó esta temporada en la Liga.
El resultado suponía un reto mayúsculo para la pizarra de Sampaoli, mientras los seguidores pericos hacían la ola. La defensa catalana no daba ninguna facilidad y el ritmo del encuentro ya no invitaba a las sorpresas.
El festín blanquiazul acaba con cinco victorias seguidas del Sevilla en la Liga, que nunca dejó de pelear para remontar. Además, supone una inyección de moral para el cuadro de Quique Sánchez Flores, que se quita la espina de la derrota en el Sánchez Pizjuán de la primera vuelta (6-4).
Un minuto tardó en definirse el partido. Con el eco de las alineaciones aún en las gradas de Cornellà-El Prat, Piatti se escapó solo contra la portería del Sevilla. Pareja le derribó por detrás, provocando un penalti y viendo la tarjeta roja. Reyes fue el encargado de solventar la pena máxima, raso y por la derecha.
El 1-0 obligó a Sampaoli a sentar a Ben Yedder y apostar por Lenglet. El técnico argentino logró mantener el orden y no se replegó atrás. Confiaba en las llegadas de Sarabia y la insistencia de Jovetic. El montenegrino, en el minuto 19, tuvo premio al culminar una rápida jugada de Vázquez y Nasri.
Ambos equipos mantuvieron sus propuestas. No parecía que los andaluces tuvieran un futbolista menos. Presionaban e inquietaban a Diego López con latigazos de Nasri y Jovetic. El Espanyol, por su parte, se acercaba a la frontal de Rico, sin excesivo peligro. Faltaba un último pase inspirado para desmontar a la defensa.
La mejor ocasión para el anfitrión fue un remate de cabeza, desviado, de Gerard Moreno en el 41. Parecía el último destello blanquiazul en esta primera mitad, pero la insistencia lo impidió. Esta vez, fue Marc Navarro el que anotó su segundo gol seguido en su segundo partido en Primera división: 2-1 al descanso.
El Espanyol arrancó la reanudación sin prisas. Tenía ventaja numérica y en el marcador: exprimía sus posesiones y minimizaba los riesgos en defensa. Al Sevilla le pesaban cada vez más las piernas y perdió la chispa de antes del descanso. De todos modos, se mantenía en el choque.
Franco Vázquez, en la frontal, firmó un latigazo en el 60 que se fue a centímetros del poste. Un aviso para el anfitrión. Lección aprendida. En el 69, con todos los cambios agotados por parte del Sevilla, Reyes exhibió un cañonazo que se estrelló en el larguero y rebotó contra la línea de fondo.
Sin tiempo para lamentos, el Espanyol marcó el 3-1. Gerard Moreno remató de cabeza un centro de Marc Navarro. La euforia inundó Cornellà y Quique Sánchez Flores dio un tono más conservador a su equipo, sentando a Piatti por Víctor Álvarez. El canterano debutó esta temporada en la Liga.
El resultado suponía un reto mayúsculo para la pizarra de Sampaoli, mientras los seguidores pericos hacían la ola. La defensa catalana no daba ninguna facilidad y el ritmo del encuentro ya no invitaba a las sorpresas.